Desalojar,
hoy toca desalojar-te
y crecer en las grietas de tu silencio
como una mandrágora...
Ayer, mi espantapájaros
se exilió al eral de tus versos
para ahuyentar otras muertes,
Y ahora asusta al dolor desmedido de mi otoño.
Vete para siempre a tu primavera aciaga
mientras brotan de tu olvido mis espinas.
Hoy me toca desalojar-te del perfil de mis preguntas.
Nunca sabré dónde están las mañanas
en que necesitabas mi beso en el espejo.
1 comentario:
Algunos desahucios son tan difíciles de ejecutar ¿verdad?
Un beso.
Ps. Gracias por venir.
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