Peces a contracorriente ensayan la agonía
En este mar de bolsillo.
Persiguiendo a tu viento, se borró el trazo de mis alas
Y caí sin dolor al vacío que dejaron las mareas.
Tus dedos desertores de la caricia,
Aún me despedazan los sueños,
Se quedó en mi orilla el lastre de tu voz,
El barro de tus pasos,
Las astillas de tus naufragios.
Ahora que vivo de esta muerte regalada...
Déjame no ser.
2 comentarios:
Tal vez... una botella al agua...
Abrazos.
desgarrado por la entrega en la soledad que dejo tu estela.
te invito a vizualizar www.poesiasvitalesdelbosque.blogspot.com/ y si quieres publicar algo sólo haznoslo saber.de igual forma gracias por tan bella poesía
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